Qué
cosas. Un día después del 12/12/12 cuando se produjo el golpe técnico e
institucional al Poder Judicial, las Gemínidas—esa lluvia de estrellas que
podremos apreciar en el firmamento hasta el 17 de este mes de diciembre—se
hicieron presentes también en Casa Presidencial, con una amplia constelación de
militares que en un “tradicional” encuentro con el Poder Ejecutivo, se
“cuadraron” a favor de la institucionalidad y el Estado de Derecho.
lunes, 17 de diciembre de 2012
lunes, 26 de noviembre de 2012
El voto cantado
Las elecciones
internas y primarias recién concluidas dejan enormes lecturas para el país,
además de las percepciones de fiasco que nos ha dado el Tribunal Supremo
Electoral, incapaz de admitir sus errores, apiñados en el mal entendido “espíritu
de cuerpo” que les impide detectar incluso la modalidad impuesta del “voto
cantado” a cargo de los barones de la droga que controlan significativas
regiones del país.
viernes, 9 de noviembre de 2012
Confundida
Debo confesar que
mi cerebro en los últimos días no
razona, máxime si se trata de política. La propaganda me tiene atolondrada y me
encuentro en la encrucijada de no saber por quién votar, al menos a nivel de
diputados y gobierno local.
En la pantalla de
mi televisor aparecen un sinnúmero de precandidatos que no conozco. Por un lado
me sale “Moncho agua”, luego “Moncho, el cómico” y cuando cambio de canal, me
aparece alguien que dice que “es mi voz” y otro me dice “soy igual a vos”.
Recorro más canales y ¡zas! “¡Tenemos diputado!”, instantes después alguien me recuerda “su
exilio” en una embajada sudamericana en
Tegucigalpa para caer luego en “la Honduras de lo hondo”. No he terminado de reflexionar cuando salta en
la pantalla “la diputada de la Educación”. Confusión total.
martes, 23 de octubre de 2012
Una “plaza” territorial llamada Olancho
En el último mes el departamento de Olancho ha acaparado la atención de la
opinión pública. Primero por un suceso que no fue y ahora por los crímenes de
jóvenes por presuntos ajustes de cuentas. El corresponsal de TN5 estelar, Óscar
Valdés, dijo que en una semana 20 habían sido los asesinatos en esa zona, donde
la vida de las personas, aunque suene irrisorio, entró a competir también con
la vida del bosque.
miércoles, 3 de octubre de 2012
La UNAH honra a un hombre probo
Para descargar un
poco el pesado clima de atrincheramiento político que empieza a asomar en el
país, me referiré a hechos relevantes que refrescan el alma y abren las
esperanzas, como el reconocimiento que hiciera la Universidad Nacional Autónoma
de Honduras (UNAH) a uno de los hombres más íntegros, comprometido y solidario
con mi país: el doctor Jorge Haddad Quiñónez.
lunes, 10 de septiembre de 2012
Jorge Talavera Sosa
Procedo de una generación privilegiada de periodistas. Como
muchos de mis colegas tuvimos el honor de conocer, tratar o saber de las
hazañas de esa generación de periodistas que de los años cincuenta hasta
ahora, ha sido parte de las transformaciones
que ha vivido el país y el periodismo hondureño en general.
lunes, 3 de septiembre de 2012
Las “perras” de la Independencia
En el mes de la independencia, el gobierno de Honduras
ratificó su decisión soberana de separar de la Junta de Comandantes de las
Fuerzas Armadas al jefe de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), el general Ruíz
Pastor Landa, por violentar supuestamente unos protocolos internacionales que
no han sido explicados a la opinión pública. Se descarta cualquier presión de
Washington a raíz del derribo de unas narco avionetas en la nororiental región
de Olancho.
miércoles, 15 de agosto de 2012
Periodistas identifican sus predadores
Siete son los
grandes enemigos que enfrenta el periodismo en Honduras, asfixiado por las
amenazas, intimidaciones, la censura sutil y directa, los atentados y los
asesinatos. Todos ellos operan en colusión con autoridades contaminadas que se
encargan de alimentar la impunidad.
Estos enemigos
son el crimen organizado, pandillas y narcotráfico; la corrupción, los
funcionarios, policías y militares corruptos; los políticos, los grupos de
poder y los grupos de izquierda.
lunes, 6 de agosto de 2012
Qué pena
En la sala contigua al salón de
audiencias públicas para la selección y posterior elección de los comisionados
al Instituto de Acceso a la Información Pública, en el Congreso Nacional, alguien
espera su llamado a la entrevista, mientras en paralelo, los diputados
interrogan a algunos de los nominados con efusivos saludos.
“Me agrada que esté aquí con
nosotros, recuerdo que gracias a usted resolvimos un conflicto de interés”,
comenta un parlamentario a uno de los aspirantes. Tras el elogio, inicia la
ronda de preguntas aburridas y respuestas vagas que incitan a caer en los
brazos de Morfeo.
jueves, 26 de julio de 2012
Soberanía a medias, 20 años después
Nunca
utilizo este espacio para hablar de los trabajos periodísticos efectuados en mi
centro de labores. Hoy haré una excepción para referirme al anuncio
presidencial de ejercer soberanía sobre
las zonas recuperadas tras el litigio con El Salvador, dos décadas después del
histórico fallo.
viernes, 13 de julio de 2012
El agotamiento de las elites
Los últimos hechos políticos y sociales en el
país cada vez nos llevan a pensar que hemos entrado a una acelerada fase de
agotamiento de las elites política, gremial y del movimiento popular. Los
liderazgos están en crisis.
Del lado
político, al acercarse las elecciones internas y primarias de noviembre
próximo, todo indica que la querida “H” (de la selección nacional de fútbol)
está a punto de resquebrajarse justo cuando empieza el sueño por un nuevo
mundial.
domingo, 1 de julio de 2012
Correctas, pero incómodas
Si usted viviera en la Rivera Hernández, una de las zonas más
calientes de San Pedro Sula, tuviera familia, le tocara pagar el
impuesto de guerra para que lo dejen vivir y poder enviar sus hijos a la
escuela, y se encontrara un día al Presidente de la República ¿qué le
diría?, preguntó sin rodeos un estudiante al gobernante hondureño
Porfirio Lobo, durante un encuentro entre los jóvenes centroamericanos y
de República Dominicana con los gobernantes de la región y sus
representantes, en el marco de la trigésimo novena cumbre de presidentes
y jefes de gobierno de la región.
La pregunta, correcta, pero incómoda, descolocó por un momento al
presidente Lobo Sosa que evadió el meollo del asunto para contextualizar
el problema y justificar sus magros resultados en materia de seguridad
ciudadana.
jueves, 14 de junio de 2012
Periodismo de avestruz
Darío Dávila es un
destacado periodista mexicano que en una de las clases del diplomado a
periodistas mexicanos y centroamericanos en temas de seguridad que imparte la
Red de Periodistas de a Pie, junto a otras instancias civiles, abordó el tema de
cómo reforzar historias periodísticas que pueden ocasionar riesgos, cómo usar
mejor las redes sociales y otros conceptos refrescantes que recuerdan el por
qué y el para qué del Periodismo.
Dávila ofreció a los
periodistas numerosas formas de ver, cubrir y proteger las historias difíciles
del periodismo, en especial aquellas vinculadas con los señores sin rostro del
crimen organizado y el narcotráfico. Él como muchos otros expertos en este
tema, es claro en señalar que no existen recetas para estar a salvo de la
inseguridad, pero que un periodista puede disminuir los riesgos siendo riguroso
en su trabajo y desempeñando su profesión con alto perfil ético y el manejo
adecuado de las técnicas periodísticas.
lunes, 28 de mayo de 2012
Confiemos en desenredar la madeja
La prensa hondureña salió a las calles como nunca en
los más de treinta años de democracia formal en este país. Le acompañó la
ciudadanía de diversos sectores, razas y formas de pensamiento. La caminata del
25 de mayo, Día del Periodista Hondureño, tiene muchas lecturas, en especial al
gobierno del presidente Lobo, cuyo tiempo se le achica y pasa tan fugaz como
las estrellas.
miércoles, 9 de mayo de 2012
Periodistas, sin protección frente a un poder sin rostro
“La violencia nos estalló en las
manos”, “el 2008 nos cambió la vida”, “hemos renunciado a la primicia”, así se
expresa la prensa en México y hacia ahí parece que vamos los periodistas en
Honduras: desprotegidos frente a un poder sin rostro que intimida, secuestra,
extorsiona y asesina.
En un reciente encuentro de
periodistas como parte de un programa de estudios para analizar la violencia y
los riesgos de la prensa en México y los países centroamericanos, los colegas
mexicanos compartieron sus experiencias, sus temores y sus hazañas en la
cobertura del México hoy.
Con mucha valentía, han
inventado sus propias formas de sobrevivencia más allá de los manuales de
guerra. La guerra que vive México y se expande por los países del norte de
América Central: Guatemala, El Salvador y Honduras, rompe cualquier patrón de
conducta donde el enemigo, posee un rostro invisible que se esconde en la
impunidad con que operan ciertos grupos desde las estructuras del Estado.
lunes, 30 de abril de 2012
Una apuesta al Periodismo Digital
Proceso Digital se encuentra de aniversario. Siete años
parecen pocos pero encierran mucho. Sin duda este medio digital ha ido
posicionando su marca en los sectores de interés público y construyendo redes
con las herramientas que ofrece la tecnología y con la sociedad misma.
Para el avance del periodismo hondureño, el despunte de
Proceso Digital, como el de otros medios digitales de comunicación en el país,
unos más constantes que otros, representa que Honduras y su prensa ha logrado
insertarse con éxito en la era global de las tecnologías de la comunicación y
la información.
miércoles, 18 de abril de 2012
Pepe…Mujica
¿Cómo le gusta que le llamen, Presidente o Pepe?
Pepe—responde—porque así me conoce la gente y presidente solo seré por un par de años.
Pepe—responde—porque así me conoce la gente y presidente solo seré por un par de años.
Sencillo, sin mucho protocolo, y mostrando a la periodista
de CNN, Claudia Palacios, su vivero de crisantemos que cultiva en la vivienda
donde ha residido por décadas, el presidente de Uruguay, José Mujica, no deja
de impresionarme. Es a mi juicio, uno de los mejores referentes de la izquierda
responsable latinoamericana. De esos,
que con escasísimas excepciones, conozco en Honduras.
domingo, 8 de abril de 2012
Cuentos y leyendas…de políticos
Para levantar la modorra que nos provocan las fiestas de verano y
las tradiciones religiosas de Semana Santa, les propongo sumergirnos por
un rato en el mundo de los cuentos y leyendas de los políticos, que a
falta de propuestas para captar nuestra simpatía electoral, recurren a
las anécdotas de nuestros padres, abuelos y tíos sobre “La Sucia”, “La
Siguanábana”, “El Sisimite”, “El Cadejo”, entre otros más.
Teófilo Trejo, alias “Teofilito”, conocido por sus “perras o
anécdotas” está siendo desplazado por los políticos que intentan
arrebatar risas y sonrisas a los hondureños. Y así nos encontramos con
frases como “¿Quién dijo miedo?” para introducirnos al fascinante mundo
del ilusionismo de la mano de la figura de El Sisimite, un personaje que
de acuerdo al historiador hondureño Jesús Aguilar Paz, habita escondido
en las altas montañas, gusta de las mujeres lindas a quienes roba para
procrear hijos medio hombre y medio simios.
Nadie ha visto su rostro, pero dicen que se parece al hombre de las
nieves y al Yeti del Tibet. En la película, “La momia tres” aparece los
Yeti. Así más o menos sería el Sisimite, cuyo hospedaje se lo disputan
las tierras del occidente de Lempira y el norte de Yoro. ¡Vaya usted a
saber!
Lo cierto es que el Sisimite está de moda. También “La Sucia” que
enamora a los hombres mujeriegos y los pierde por parajes insospechados y
pueden volverse locos sino se percatan a tiempo del hechizo.
Acerca del Sisimite, un compañero y colega de occidente me comentó
que la leyenda afirma que éste no puede ser muerto con ninguna arma de
fuego o blanca. Sólo un tizón de ocote clavado en el centro del estómago
lo puede matar. Esa parte del cuento, aun no la escuchamos a nuestros
políticos, a quienes como fiel oyente de la radio, sigo sus cuentos y
leyendas para ver en que momento aparece mi héroe favorito: Kalimán, el
hombre increíble. ¿Se acuerdan?
A medida que caliente la campaña y las fábulas prosigan su ritmo
para distraer la atención sobre los esencial de los problemas de
Honduras y sus opciones de salida, no debe extrañarnos que esta disputa
de cuentos y leyendas, surja otro político del sur, del oriente, norte y
centro del país para llevarnos al mundo de “El come
lenguas”, “El Picudo”, “El Gritón”, “El lagarto de oro”, “Los Cíclopes”,
“El Duende” y “El Timbo”. Todos ellos se mueven entre las zonas del
Caribe Misquito, la costa atlántica, el centro del país,
en Texiguat y Sabanagrande, así como en la zona sur, según los
historiadores y los testimonios de gente que preserva la tradición oral
en Honduras.
Como verán, hay para todos los gustos y pa´ todos los políticos. No
se amontonen, el siglo XXI y las redes sociales también dan para el
folclor.
¿Quién dijo miedo?
Quizá por ello, el presidente Lobo decidió suspender sus vacaciones
en las pampas olanchanas y del vino de coyol para asistir a uno de los
espectáculos del ilusionista, David Copperfield, quien con sus trucos ha
hecho creer a sus espectadores que atraviesa la muralla China o
desaparece la Estatua de La Libertad. Es la era del Sisimite,
bienvenidos al realismo mágico político hondureño.
jueves, 22 de marzo de 2012
La agonía de una madre
Escuché sus declaraciones y sin duda ellas encarnan no sólo la agonía de una madre, también
la de un país. Se trata de Julieta Castellanos y de Aurora Pineda.
Venían de entrevistarse con el fiscal general, Luís Rubí, en búsqueda de
respuestas a su caso: la muerte a manos de la policía de sus hijos,
Alejandro Vargas Castellanos y Carlos Pineda.
Han
pasado cinco meses de ese trágico suceso que desnudó el pus en la
policía hondureña y en Honduras, todo pasa, sin que nada haya pasado.
¡Qué curioso!
La vida les arrebató sus hijos y haciendo a un lado el dolor y la impotencia, ellas
siguen luchando, tocando puertas, impulsando reformas, desnudando la
impunidad, exigiendo respuestas, pidiendo justicia y evidenciando
“ídolos de barro”.
La
prensa hondureña no se ha quedado atrás en acompañar a estas dos
valientes mujeres, que junto a la viuda de Alfredo Landaverde, Hilda
Caldera, han desafiado al sistema de impunidad en Honduras. Su osadía no
ha sido fácil, tanto así, que Hilda Caldera ha optado por replegarse
ante amenazas a muerte. Le hostigan, le llaman y hasta le piden dinero a
cambio de darle el paradero de los asesinos de su esposo. Éstos, ahora
la extorsionan, pero nadie actúa, todo sigue igual.
En
el caso de Julieta Castellanos, los periodistas la vemos como la
Rectora de la UNAH que con el mismo presupuesto de hace años, ha
construido edificios, le ha dado un rostro más digno, empieza a ordenar
la casa e impulsa una reforma universitaria que busca recobrar el otrora
prestigio de la UNAH. Poco a poco lo está consiguiendo.
La
conocemos también como socióloga, como experta en temas de seguridad y
de gobernabilidad, pero nos cuesta verla como a doña Aurora: como una
madre, que llora, que a ratos la invade la desesperanza, pero que el
compromiso de que su hijo descanse en paz, la impulsa a seguir adelante
aunque en el camino “deje la vida o me maten”, confiesa.
Y
sabe que su vida está en riesgo constante, pero no se dobla. Su fuerza
radica en el espíritu de madre, el dolor que la arropa y el conocimiento
que tiene del tema en cuestión, como es la seguridad, un derecho que
parece hemos perdido los hondureños si reflexionamos sobre las más de 40
mil muertes en once años, como si fuésemos un país en guerra.
El país agoniza y los funcionarios se ufanan de decir que ahora somos “transparentes”. Transparentes
porque en el caso de los universitarios se transpira un espíritu de
cuerpo entre fiscales y policías que es sinónimo de impunidad. La
policía no envía a la Fiscalía la lista de sus miembros depurados y ésta
no los exige, sólo lo revela cuando se cuestiona su negligencia.
Los
policías implicados en el asesinato se fugaron con “permiso oficial”
pero nadie encuentra a los responsables. El juego de palabras, las
pruebas y el debido proceso “legalizan” en extremo la “judicialización”
de los casos.
Uno
de los cinco policías prófugos en el caso de los universitarios se
entregó por intermediación del Comisionado de los Derechos Humanos y la
rectora, porque cuando quiso hacerlo en la Fiscalía, “no le pararon
bola”. El resto de los prófugos, sigue vacacionando, nadie sabe dónde
están ni por dónde empezar, pero la “investigación sigue su curso”, nos
repiten.
Sin duda, lo que están viviendo estas dos madres es una agonía, silenciosa pero indignante, como la que sienten
el resto de madres y familiares que han pasado por causas similares,
porque en las más de 40 mil muertes en los último once años, han caído
justos por pecadores.
La
sociedad del miedo parece haberse apoderado de los hondureños, pero es
tiempo de parar tanta infamia. No basta con la cobertura periodística de
los medios que no han soltado el tema en cinco meses conscientes que es
un problema de País. No basta con la labor titánica de Julieta
Castellanos y Aurora Pineda.
Es
el momento de que la sociedad tome la palabra, presione y proteste, ya
sea en las calles, en las redes sociales, en el exterior, en las
iglesias o en los cultos. Es tiempo de ser creativos, de la construcción
colectiva de ideas para que quienes tienen el poder y toman las
decisiones sepan que la “transparencia” es más que discurso y que la
agonía de esas dos madres engloba la aflicción que vive Honduras. Es
tiempo de que se nos devuelva la paz.
lunes, 12 de marzo de 2012
Cruzada y extorsión
Las historias de las extorsiones en el país parecen de
fábula. Me impresionó sobremanera una que
leí en un diario capitalino sobre un taxista que desde hace un par de
semanas abandonó su casa y deambula con su familia durmiendo en el auto, donde
les agarre la noche, sin rumbo, teme por su vida y no tiene certeza si vivirán
al día siguiente.
Su vida le cambió cuando jóvenes desconocidos de una de las
pandillas en la capital se le acercaron para pedirle 10 mil lempiras como
extorsión, sino lo matarían. No hay opciones y su tarifa y trabajo no le dan
para mantener a esta pandilla ligada sin duda a una red criminal.
La denuncia la puso en la policía y la prensa, pero en su
testimonio deja entrever no solo que tiene miedo, sino que ignora qué rumbo
agarrar, en quién creer y cómo salvar su vida y la de su familia. ¡Qué
impotencia!
Me cuesta creer que alguien deje su casa, su patrimonio, y
ande rodando de calle en calle buscando donde dormir con los suyos, porque la
tranquilidad se la arrebataron de un soplo. Su historia es la de muchos
hondureños y hondureñas que viven en silencio la cárcel impuesta por las
pandillas y los extorsionadores, cuyo hilo conductor puede dar con personajes
de corbata y finos carros de ascendencia desconocida, algunos ligados, quizá, a
alguien revestido de autoridad. Son los cuentos urbanos.
Como el taxista, solo que con mayores recursos que el
primero, huyó del país con los suyos el pastor evangélico Misael Argeñal, uno
de los personajes emblemáticos del mundo cristiano en San Pedro Sula, una de
las ciudades más inseguras del país, donde los expertos afirman que operan los “ejecutivos
del crimen”.
Meses atrás, otro líder evangélico conocido como el Obispo
de la Iglesia Anglicana, Lloyd Allen, denunció el asesinato de su hermana en
Tela. Nadie sabe nada, la autoridad se encuentra muda y Allen sigue clamando
justicia. En algún momento ha de creer que no basta con rezar.
Y así, se van tejiendo las historias sin que aquí existan
señales claras de cambio. El presidente Porfirio Lobo, sostiene que si al final
de su gestión no ha disminuido la inseguridad y controlado la criminalidad, se
quitará el nombre. Buen gesto, muy olanchano, pero sin duda hace falta más que
discursos.
Su más reciente propuesta, fue anunciar que emprenderá una
cruzada nacional por la vida buscando respaldo popular para luchar contra la
inseguridad. La lógica debería ser al revés. Las cruzadas las hacen los
ciudadanos buscando respuestas de sus gobiernos y el Estado, pero que un
gobernante salga a pedir apoyo para iniciar una acción que está dentro de su
competencia, puede interpretarse como que él, también, al igual que el resto de
los hondureños, está “encarcelado”. Eso, por supuesto, no lo creo. Lobo Sosa
cumplirá su palabra y no perderá su nombre. Es mi apuesta. Quiero creer que
está siendo mal asesorado y que sus estrategas no tienen idea de lo que le
sugieren que diga en público.
El presidente Porfirio Lobo Sosa ha tenido a su alcance tres
oportunidades irrepetibles para adecentar la seguridad: el crimen de los universitarios, entre ellos el hijo de
la rectora de la UNAH, el asesinato de Alfredo Landaverde y el incendio en el
penal de Comayagua. Pero aquí no pasa nada, sólo el tiempo que corre tan lento
que juega a cansar a los cansados.
Ahora tiene dos oportunidades más, antes de que entre de
lleno y con la fiereza que se vislumbra la campaña preelectoral para las
elecciones primarias. Esas oportunidades son la conformación de la Comisión de
Reforma para la Seguridad Pública y nombrar a un Director de la Dirección de
Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) a la altura del cargo
y sus desafíos. La renuncia del anterior director fue una pena para él, para el
gobierno del humanismo cristiano y para Honduras. Fue, aunque nos duela, un
fracaso del CONASIN, que deberá ser más meticuloso en la escogencia de los
nominados que mandará al gobernante para no quedar en un fiasco más.
Dicen que las oportunidades, difícilmente se presentan dos
veces en la vida. Pero el presidente Lobo Sosa tiene suerte, van cinco al hilo
y confiemos en que alguna pegará. Por ahora, las historias urbanas de cruzadas
y extorsiones seguirán saliendo a flote y aunque parezca otra fábula, otra
parece que se nos viene encima: el retorno de Batman a Ciudad Gótica…ese será
otro cuento.
martes, 21 de febrero de 2012
Los dilemas éticos del Periodismo
Judith
Matloff es una destacada periodista estadounidense que labora en la
Universidad de Columbia y tiene una amplia trayectoria como corresponsal
de guerra. Recientemente impartió una charla a un grupo de periodistas
mexicanos y centroamericanos sobre el manejo ético en la información y
las imágenes.
Mostró
diversas portadas de periódicos y videos en donde nos dijo se violaron
códigos de ética profesional e incluso convenciones internacionales de
derechos humanos. ¿Ustedes se preguntan el por qué el 11 de septiembre
no se vieron en la prensa estadounidense portadas ni imágenes de los
cuerpos destrozados de las víctimas?
Así
inició Matloff su debate, mientras pasaba una foto emblemática que
recorrió el mundo: la figura de una persona que se lanzaba al vacío
desde lo alto de un edificio en un afán por salvarse, pero no lo logró.
Nadie vio cómo quedó el cuerpo. No era necesario, la dimensión de la
tragedia ya había sido captada.
Matloff
dijo que al inicio varios medios estadounidenses fueron sorprendidos
por el sensacionalismo al pasar imágenes grotescas, pero una fuerte
protesta ciudadana de condena, les hizo reflexionar a todos y decidieron
retirar todo ese material denigrante al derecho a la imagen y a la
intimidad que tienen las personas.
Son
los dilemas éticos que viven el periodismo y los periodistas al momento
de trasladar una noticia. Si bien la gran prensa estadounidense y
mundial no difundió imágenes grotescas en el caso de las torres gemelas,
la historia fue otra con el asesinato del líder libio Muamar Gadafi.
Las
portadas e imágenes del mundo se ensañaron con las escenas grotescas de
captura y posterior ejecución. Había que dejar “evidencia” de su
muerte, sin importar que se violara la Convención de los Derechos
Humanos y las otras relacionadas con los prisioneros de guerra. Gadafi
sentenció la prensa, era un “gran criminal” y el mundo tenía derechos a
ver como “acaban los malos”. Hicieron uso del discurso propagandístico
de guerra. Son los dilemas éticos de la prensa.
En su principio número 6, el Código Internacional de Ética de la UNESCO indica que los periodistas debemos el “Respeto de la vida privada y de la dignidad del hombre”,
que incluye el respeto del derecho de las personas a la vida privada y a
la dignidad humana—en conformidad con las disposiciones del derecho
internacional y nacional que conciernen a la protección de los derechos y
a la reputación del otro--, así como las leyes sobre la difamación, la
calumnia, la injuria y la insinuación maliciosa, son parte integrante de
las normas profesionales del periodista.
Los
códigos de ética, los manuales de estilo, los principios básicos del
Periodismo son la brújula que guían a la prensa y sus periodistas. La
búsqueda diaria de la noticia pone a prueba estos elementos. La prensa
hondureña no está exenta. Las reglas del Periodismo son universales.
Sacudidos
por los últimos acontecimientos trágicos en el penal de Comayagua y
luego en los mercados de Comayagüela, la ciudad gemela de Tegucigalpa,
en el periodismo hondureño se han destacado informaciones valiosas,
relatos humanos conmovedores, pero también un exceso de amarillismo y
sensacionalismo, historias inverosímiles como aquella de “perros
comiendo carne humana” de los privados de libertad “a quienes se les vio
salir más gordos”, citó un medio de comunicación, en su mejor narración novelesca, cargada de irresponsabilidad.
Otros,
en sus imágenes televisivas no mostraron más sangre porque no les
ajustó el disco o la videocasetera. Y unos más, rompieron su propio
manual de tratamiento de la información de violencia, enfrascados en una
competencia insana de quién saca más sangre y vende más ejemplares.
Pero también ha habido medios responsables que informan sin caer en los
excesos, aunque ello no signifique que estén vacunados.
Vive
así la prensa hondureña sus propios dilemas éticos. Los criterios de
solución pasan por sus medios mismos. El periodista, como afirman los
expertos en manejo ético de la información, no sólo es responsable ante
la historia, es además, y sobre todo, responsable de la historia.
Javier
Darío Restrepo, considerado el maestro de la ética periodística en
América Latina, afirma que los periodistas no deben creerse tanto “el
cuarto poder” que le otorgan quienes intentan lisonjearlos. El poder de
la prensa, sostiene, radica en el derecho a la Palabra.
Ese
derecho pasa por lo que denomina el poder de entrar a las conciencias
de las personas, el poder de guiar y ser un educador informal, el poder
de proponer; el poder de leer el futuro, el poder de inducir el futuro y
el poder de contribuir a transformar la realidad.
Y
citando a la Asociación Latinoamericana de Prensa, bien una
responsabilidad vital de la prensa y los medios de comunicación: “ser
responsable es tener conciencia del poder que uno maneja”. Al intentar
responder en qué consiste ese poder, hay que abrirse paso, como en los
jardines abandonados, por entre malezas que ocultan el tronco verdadero,
cita Restrepo.
Prosigue:
es maleza la idea de que el poder del periodista es para obtener
privilegios, o para no hacer las filas que todo ciudadano debe hacer, o
para entrar a cines y espectáculos con pase especial, o para llegar a
las salas VIP de los aeropuertos. Nada de eso es poder sino una
“repugnante ostentación de casta dominante, y el periodista no puede ser
casta privilegiada”, sentencia.
Cada
frase del maestro Restrepo son dilemas éticos que los periodistas
debemos responder y enfrentar. Y frente a la crisis que vivimos y los
riesgos que se vienen, es propicio abordar el tema de los conflictos éticos en el periodismo.
lunes, 13 de febrero de 2012
Narco política
Fue en 1987 cuando un artículo del influyente diario estadounidense “The New York Times” denunció la infiltración del narcotráfico en la política hondureña a nivel del poder legislativo. Hubo hasta nombres de los presuntos “narco diputados” y el revuelo en la elite política ha sido como hasta ahora: rasgarse las vestiduras.
No recuerdo que al New York Times le hayan pedido fundamentar sus denuncias. Una década después, más de algún parlamentario fue implicado en ese delito, uno de ellos fue asesinado en las cárceles del país y otros fueron detenidos cuando representaban a Honduras en el Parlamento Centroamericano.
De reciente data, las elecciones primarias de 2008 presentaron hechos de violencia política electoral, algunos de los cuales se les sindicó por motivos relacionados con el dinero sucio del narcotráfico. Luego, reportes de prensa nacional e internacional registran la presencia de gobiernos locales cuyas autoridades habrían sido financiadas por el crimen organizado.
Y si se parte de los reportes especializados de las organizaciones civiles antidrogas y las agencias federales de Estados Unidos, se indica que en Honduras la penetración de los barones de la droga se la disputan remanentes de carteles colombianos y carteles mexicanos, destacando el llamado cartel de Sinaloa y el grupo de Los Zetas. Ambos tienen sus “partes hondureñas” que luchan por la disputa de plazas territoriales.
Esta “colonización mexicana” de los carteles de la droga no es propia de Honduras. Cruza Guatemala, El Salvador, Costa Rica y se habla ya de una mínima presencia en sectores del atlántico de Nicaragua y el pacífico panameño. Es decir, se está frente a una avanzada que amerita de lecturas más profundas y estrategias más eficientes.
Pero el problema que representa la infiltración del narcotráfico en la política hondureña intenta ser desnaturalizado con acusaciones hacia quien tuvo el valor de poner en el debate público un problema que deberá ser abordado—les guste o no—en la agenda político-electoral y en la agenda del país.
El aspirante presidencial Mauricio Villeda ha sido quien ha llevado la voz cantante en la denuncia y la advertencia, sin que ello signifique, que su movimiento este curado de la posible penetración que estos grupos paralelos de poder hagan en su campaña. Nadie está curado, pero es obvio que llegó el momento en que los políticos de nuestro patio den señales claras de cómo atajar esta presencia con la rendición de cuentas en el financiamiento de sus campañas electorales, más allá de lo que les mande el Tribunal Electoral.
El mejor ejemplo fue el reciente descubrimiento de aportes del dinero sucio ligadas al crimen organizado en la campaña reeleccionista del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuyos directores de campañas salieron al paso y devolvieron lo aportado tras conocer los informes de los cuerpos de inteligencia de ese país.
En el caso de Honduras, así como existe la corrupción, no significa que todos los hondureños sean corruptos. Como un problema institucionalizado, transversal, sistémico y estructural, la corrupción se nutre de aliados como el narcotráfico, el lavado de activos, el crimen organizado, entre otros.
No debe extrañar, entonces, su sutil presencia hasta ahora en la política. El designado presidencial, Víctor Hugo Barnica, ha sido el segundo valiente que ha acompañado en su denuncia a Mauricio Villeda.
Barnica, quien es el coordinador del Consejo Nacional de Lucha contra el Narcotráfico, reveló que en una acción propia del cargo en la región de Iriona, en Colón, se vio forzado a bajar los vidrios de su auto para evitar ser ametrallado por los capos que controlan parte de esos territorios calientes de la droga en el país.
Luego señalo que en su zona de origen, en el occidental departamento de Copán, el tiene que presentar su identificación porque a cada rato se la piden, en cambio, los barones de la droga caminan resguardados.
Barnica no descarta la penetración del narcotráfico en la política e insinúa que a “vox populi” se señala que algunas precandidaturas de gobiernos locales de occidente estarían siendo financiadas por estos cuerpos ilegales.
Si bien es comprensible el malestar en sectores políticos y del congreso por estas denuncias que surgen con fuerza 25 años después de lo hecho por el The New York Times, más que darse golpes en el pecho, los legisladores y políticos deberían anunciarnos a los electores y el país en general formas creativas para evitar su penetración, sacudirse a quienes se sospecha estén permeados por esta ola delictiva y delincuencial que no distingue colores políticos, ni raza o religión.
Confiemos en que las próximas aseveraciones sobre el tema sea para elevar el nivel del debate, conocer sus propuestas y no distraernos en circos como el interminable partido de fútbol que desde hace tres semanas nos anuncia el gobierno, que ratos es goleado, luego empata, se anuncia el desempate y mientras la población sigue expectante, nadie sabe a ciencia cierta en que terminarán los “azos” en su administración.
miércoles, 1 de febrero de 2012
El primer paso
Tegucigalpa. No fue fácil pero finalmente Honduras ha dado un paso para intentar revertir la ola de inseguridad que pasa por la colusión de la policía con el crimen organizado.
La muerte de inocentes, el dolor de miles de madres, parientes, amigos y esposas, junto a la valentía de una mujer que no entiende de medias tintas como es Julieta Castellanos, acompañada de un amplio respaldo social e internacional, entre ellos el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, hicieron posible que el Congreso y el Poder Ejecutivo entraran de lleno al problema de la policía, máxime tras el retorno de la cita con personeros estadounidenses en Miami.
Al margen de las amenazas directas y veladas recibidas presuntamente desde la policía, donde la sensibilidad está a flor de piel, los legisladores no se intimidaron y aprobaron una acción trascendental para la seguridad ciudadana que de concretarse en espíritu y forma, nos dará esperanzas de que Honduras aun sea “recuperable”.
Tanto el presidente Lobo como el del Congreso, Juan Orlando Hernández, se fajaron en la fase final, hicieron lo correcto y lo oportuno. El decreto que acompaña la creación de la Comisión de Reforma para la Seguridad Pública incluye una serie de controles democráticos en materia de seguridad que son alentadores.
Asimismo, los requisitos que deben llenar los integrantes de la Comisión para la Reforma de la Seguridad Pública se salen de los tradicionales condicionantes con que se eligen ese tipo de cargos en este país. Ahí hay un buen filtro para la credibilidad y el trabajo intenso que se viene.
Compuesta por notables hondureños y extranjeros, esta Comisión certificará también la labor de la fiscalía y los tribunales de justicia, la otra cadena de colusión con la que muchas veces ha operado el crimen organizado en Honduras.
No será nada fácil. Los policías están incómodos y los fiscales también. Los jueces expectantes pero conscientes que estarán en la vitrina pública más de lo común. Pero, si el proceso de la policía se aplica con el tecnicismo y la rigurosidad que establece el decreto, el resto de los operadores de justicia no deben temer, en especial los que no tienen compromisos más que con la ley y la justicia.
Igual para los policías que los hay buenos y muy buenos. Cuando el ex oficial de policía, Saúl Bueso Mazariegos, explicaba el diagnóstico que efectuaron los colombianos a la policía nacional, uno no entiende cómo la seguridad de las personas estaba en manos de un ente tan contaminado y anárquico.
Bueso dijo que el divorcio entre la cadena de mando y los subalternos estaba lleno de “fracturas”, que los policías carecían de compromiso de servicio e identidad con la institución, que había una ausencia de liderazgo y que la corrupción era casi generalizada.
Y al caer en la investigación criminal, no tuvo tapujos en desnudar que ésta carece de ciencia y de técnica. Tanto policías como fiscales—dijo—trabajan en sus propias hipótesis, no aceptan otras, no hay continuidad en la investigación de los casos, no se verifica la información, en fin, no se aplica el rigor mínimo que exigen las técnicas investigativas.
Esa policía y esa fiscalía fue la que encontraron los expertos colombianos y lo plasmaron en su diagnóstico, hecho público en el congreso antes de aprobar la reestructuración policial que deberá culminar con una nueva policía, más confiable y más técnica y profesional dentro de tres años.
Los crímenes de Alfredo Landaverde y de Arístides González casi se encuentran en una “situación ínfima” de la investigación y en el caso de González, se indicó que el caso fue “congelado” por fiscales y policías en los últimos dos años. Vergüenza nacional.
De ahí que los integrantes de la nueva Comisión de Reforma no encontrarán un camino de rosas, deberán sortear muchas espinas, algunas venenosas, que apostarán por una Honduras impune, pero el pueblo, la sociedad y los periodistas, debemos cerrar filas porque el país se rescate, más allá de los miedos colectivos que intentan imponer los barones del crimen y sus cómplices. Este es solo el primer paso.
jueves, 19 de enero de 2012
A buen entendedor…
En su primera semana de gestión, el presidente de Guatemala, Otto Pérez, ha dado muestras contundentes de querer combatir el crimen organizado. Se voló a toda la cúpula policial y siguen rotaciones en zonas claves por considerar que tenía una policía corrupta, coludida con el crimen organizado.
También creó una fuerza de tarea especial para investigar los femicidios y capturar a los responsables. Pérez no dudó en señalar que “la corrupción ha afectado a la Policía” en todas sus esferas y es preciso rescatarla para llevarla a un sendero de “dignidad y responsabilidad hacia el pueblo de Guatemala para servir y garantizar la vida y seguridad de todos los guatemaltecos”, acotó el nuevo mandatario.
En paralelo, dijo que investigan la presencia del capo de la droga mexicana, Joaquín “El Chapo” Guzmán ante denuncias de que se mueve en las fronteras de Guatemala y Honduras, con protección de autoridades militares y policiales.
No está mal para un arranque de gestión gubernamental, al margen de los cuestionamientos a su trayectoria pasada. La decisión de Pérez, un ex militar experto en inteligencia, ha sido vista con buenos ojos tanto en Guatemala como fuera de ese país. No se anduvo por las ramas para actuar, quizá porque no tiene afinidades con la policía corrupta guatemalteca.
En Honduras, no ocurre lo mismo. El tema de la depuración policial va a cuenta gotas y los funcionarios se incomodan por los editoriales o porque los diarios registran las muertes que ocurren en las llamadas zonas “recuperadas” por los operativos relámpagos.
Pero no todo lo saca la prensa. En Olancho, los oriundos cuentan los muertos por decenas, casi a diario, pese al relámpago y los éxitos que se atribuyen las autoridades. ¿Qué cartel desplaza a cuál? Es la pregunta en esa bella región del país. Eso no trasciende porque los periodistas en la zona sufren de la censura y autocensura como mecanismo de salvamento ante una “muerte súbita”.
Así está el país en varias regiones, sin incidentes por reportar por parte de las autoridades, pero con las historias contadas por sus pobladores diametralmente opuestas al informe oficial. Ello me indica que el presidente Lobo, como así lo ha revelado, sigue “siendo goleado” cuando parpadea, no solo con nuevos impuestos, también en materia de seguridad.
Jocoso, como se ha vuelto últimamente el presidente Lobo, preguntó en una rueda de prensa, que ¿quién había partido el mar? ¿Abraham o Moisés? Y uno de sus asesores que tenía al lado, respondió: “El del arca” en alusión a Noé. ¡Plop!, así de jocoso está el país.
Una jocosidad que, pasa por alto hechos como el atentado que fuera objeto un jefe de seguridad de un alto comisionado de policía, a quien un suboficial y un preventivo intentaron matar, con tan mala suerte que fueron ellos los heridos. Uno está en un hospital público y otro en uno privado. El objetivo, dicen los conocedores de esas vainas, era sacar del camino al jefe de seguridad para llegar al comisionado. Todo indica que podría iniciar una guerra “sórdida” en la policía.
Pero aquí no pasa nada, quizá ello generó el llamado de Washington al presidente Lobo a quien llevaron a Miami para “socializar” estrategias. La cita se produce tras el envío de cuatro fuertes señales estadounidenses de inconformidad con el accionar público en materia de corrupción y seguridad.
Esperemos que se viene en los próximos días, porque como dicen en mi pueblo. A buen entendedor…
lunes, 9 de enero de 2012
Golpe al “Chapo” Guzmán
En algún lugar de las montañas mexicanas o de Centroamérica, en donde se encuentre reposando, protegido por autoridad alguna, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo” Guzmán, uno de los narcotraficantes más buscados en el mundo, la noticia le habrá caído como balde de agua fría: no puede ingresar a Honduras si no paga 34 dólares como parte de las nuevas medidas de seguridad nacional aprobadas por el gobierno y refrendadas, a medianoche, por el Congreso Nacional.
Por cualquiera de los 22 puntos fronterizos por donde quisiera entrar a visitarnos “El Chapo” Guzmán, debe pagar 34 dólares por entrar y salir del país, en vista de que la nueva medida busca evitar que los narcotraficantes, sicarios, lavadores de activos, corruptos, delincuentes, secuestradores y otros más lleguen a Honduras como si el país fuese un potrero. Así nos los explican los impulsores de esta nueva carga impositiva, que catalogan en esa misma línea a todos los hondureños y extranjeros que ingresen al país, porque todos pagan por igual; es decir, justo por pecadores.
La decisión de darnos mayor seguridad radica, según las explicaciones preliminares, en que ahora habrán máquinas para detectar a quien ingrese o salga del país si su huella dactilar, su rostro o sus ojos, posee un chip oculto que diga: “soy narcotraficante”, “soy sicario”, “soy ladrón” o “soy lavador de activos”. Ni los Transformes en su última película pudieron desarrollar tan impresionante paso tecnológico.
La policía nacional no tendrá de qué preocuparse porque los delincuentes le serán llevados en charola de plata. Y no tienen porqué imitar esa medida a lo interno de su organización porque ahí nadie es capo, pícaro, corrupto, extorsionador, secuestrador, roba carros o asesino, ya que ahí lo único que se cometen son “faltas graves”. Por eso son desechados.
De esta suerte, “El Chapo” Guzmán la tiene difícil aquí en Honduras. Presumo que tanto Washington como México pronto replicarán la medida hondureña para acabar así de un solo con la criminalidad y el delito transnacional.
El presidente Lobo, muy a su pesar, sí que está trascendiendo con estas acciones y anuncios de sus funcionarios que le llevan a la gloria, pero del ridículo. En este medio tiempo de gobierno, una revisión a su gabinete no le vendría mal.
Sin duda el 2012 comienza con buenos augurios. Entre los relámpagos a nivel nacional y el negociazo de Securiport, los impuestos “patrióticos” disfrazados y aprobados por el Congreso Nacional seguirán siendo sorpresivos para un pueblo catalogado entre los más desiguales del mundo y también menos seguro.
De momento, las buenas nuevas nos indican que podemos dormir a pierna suelta, con las puertas abiertas como en la época del extinto general Tiburcio Carías Andino, porque los capos como “El Chapo” Guzmán, la banda criminal de Los Zetas y otros tantos más no usarán más al país como potrero, sino pagan 34 dólares. En nuestra antología de lo absurdo, es lo mejor que nos ocurre, por ahora.
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