jueves, 20 de marzo de 2014

Mi querido don Adán

Justo cuando analizábamos con unos amigos una publicación académica sobre el recién pasado proceso electoral, nos llegó la noticia del deceso de don Adán Palacios, un experto y viejo amigo a quien consultaba no solo de temas electorales y de País, también de la vida y sus caminos cruzados, así como el valor de la amistad, la gratitud y la solidaridad.

Le conocí como una periodista principiante a quien la vida le ha enseñado que el periodismo es aprender y aprender. Siempre fue atento, receptivo y anuente a compartir sus conocimientos, pero fue hace más de una década que le traté desde una faceta distinta: la del amigo y consejero.