Retomando mis actividades, tras una pausa obligada, sorprende ver cómo se ha
movido el país en un mes, con graves denuncias de corrupción en Salud y las
ganancias de empresarios inescrupulosos a costa de la vida de miles de
hondureños, el repunte de la inseguridad, el contraataque de los
extraditables, el avance por el control de la institucionalidad por el partido
en el poder y la feria judicial de sobreseimientos a personajes públicos, en
contraste con el hondureño preso por robarse un perico.
Y en esta
maraña de cosas y problemas, la campaña electoral se calienta y la clase
política empieza a buscar culpables de la crisis. Los políticos están como dice
aquella vieja canción ¿quién fue, quién fue; todo mundo sabe, pero yo no sé?