En este mes de
percepciones de encuestas y otras vainas más, tengo la sensación que Honduras
vive dos tipos de limpieza: una legal y otra de personas. Lo que no se aún es
¿quién limpia? Es una percepción.
En el plano legal
es claro que alguien quería limpiar camino con la destitución de la Sala de lo
Constitucional y la aprobación ahora de la nueva versión de las “ciudades a la
carta”, polémica por sus implicaciones y porque estarían lesionando la
soberanía del Estado con mayor cinismo que en la versión original, sostienen
sus críticos.
La pregunta es
¿sólo en eso estorbaba la Sala Constitucional, cercenada al sacar a cuatro de
sus miembros? ¿O vienen otros proyectos de “país” que ameritan mayor “complementariedad”
entre los poderes? ¿Por qué se aprobaron las ciudades a la carta con tanta
prisa?
Del lado de las
exoneraciones, ¿a quién quieren limpiar bajo el pretexto de “justicia por
recaudación”? ¿Será que todos en la cama y todos en la mesa? Confiemos en que
la comisión que nombrarán nos aclare estas dudas en el derecho que nos asiste a
recibir y estar debidamente informados.
Se dice también
que viene una ley para “democratizar” los medios. ¿Será así o estaremos frente
a políticas de premio y castigo en materia de libertad de expresión? ¿Existe en
Honduras una caracterización sobre la concentración y propiedad de los medios
de comunicación? Esperemos a que el binomio PN-UD nombrado en Conatel nos despeje
“técnicamente” esas dudas.
Ahora contamos con
la figura del juicio político, ¿Quién o quiénes son los próximos en la lista que
osen desafiar al poder concentrado, no en tres poderes, sino en un solo que tiene
Honduras? ¿Tendrán un juicio justo o les violarán garantías individuales y constitucionales
como pasó con los destituidos magistrados? ¿Quién está limpiando? ¿Por qué? ¿Para
qué?
Las reformas
militares y la ley de inteligencia, ¿serán también limpieza legal? ¿Quién gana
y quién pierde en hechos aprobados en medio de una feria legislativa a la
carrera? Todo ha sido un bombardeo jurídico sin igual. Quizá esta limpieza
legal es para entregarnos un “sistema de Derecho de avanzada” como aseveró
recién el titular del legislativo. Habrá que confiar.
La otra limpieza por
verla con tanta crudeza es también indignante. Son las muertes de cientos de personas,
más de 500 en el mes de enero, tipificado como un “mes rojo” en la Honduras democrática.
Muertos por aquí,
muertos por allá; funcionarios, regidores, gente común y silvestre como nosotros,
son acribillados como en feria de luces. ¿Quién limpia? ¿Los 11 carteles de la mafia
que hay en este país como dice un trabajo del diario La Prensa? ¿Grupos criminales
al interior de la Policía? ¿Acaso grupos paraestatales? ¿Quién limpia?
La impunidad como
todo en este país nos impide acercarnos a la Verdad, pero estos entresijos del poder
no pintan bien, pareciera que el País no tiene opción y es probable que para algunos
incluso tampoco exista opción porque no les aplica, en este momento, las dos caras
de una misma moneda. Confiemos en no entrar
a etapas de oscuras y largas esperas. Quiero apostar al sistema jurídico “de avanzada”
que nos han prometido.
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