jueves, 26 de julio de 2012

Soberanía a medias, 20 años después


Nunca utilizo este espacio para hablar de los trabajos periodísticos efectuados en mi centro de labores. Hoy haré una excepción para referirme al anuncio presidencial de ejercer  soberanía sobre las zonas recuperadas tras el litigio con El Salvador, dos décadas después del histórico fallo.


Hace un mes, la unidad que coordino en el noticiero Telenoticias 5, en su edición estelar, publicó una serie de reportajes de profundidad sobre la situación de esas zonas recuperadas, 20 años después. Un trabajo que resultó interesante para los periodistas que con otros ojos vieron y encontraron historias y realidades que les calaron y recordaron el por qué y para qué sirve el Periodismo.

Constataron que esos 422 kilómetros cuadrados adjudicados por el fallo internacional de La Haya a Honduras, están tan marginados que sus pobladores, en su mayoría, no sienten la “marca País”,  que tanto gusta citar a los estrategas publicitarios.

La serie no solo abordó la situación del mediático bolsón de Nahuaterique, entre los departamentos de La Paz, en el centro, e Intibucá, en occidente. Trajo también las historias de los ex bolsones de Cayaguanca, Sazalapa-La Virtud, en occidente, Goascorán y el ex bolsón de la desembocadura del río Goascorán, en el sur. Se aproximó a los ex bolsones de Dolores (centro) y Tepangüisir (occidente), últimos que no fueron cubiertos en su totalidad por el mal tiempo, pero se plasmaron algunas historias.

No es que otros medios no informaran antes de la situación de los ex bolsones.  Pero fue la primera vez que un medio televisivo noticioso recorre todos los territorios recuperados,  no sólo los sitios mediáticos como Nahuaterique y Dolores.

Fue un trabajo que evidenció en cierta medida una “vergüenza de país”. ¿Por qué? En primer lugar porque la institucionalidad no funciona y lo que hay se encuentra tan deteriorado que indigna. Y el periodismo es también indignación.

Pelear tanto por un territorio para que las carreteras no existan o estén malas, para que la gente siga igual o peor que antes, para que la educación la impartan mejor del otro lado de la frontera salvadoreña con computadoras de última generación, mientras del lado hondureño los niños  carecen de libros y clases.  Son hechos que duelen porque retratan a un País y a un Estado. Son historias que indignan.

Del lado hondureño, los centros de salud cerrados, las mujeres prefieren parir en El Salvador, mientras aquí, en la ciudad, la democracia se costura acorde al traje del sastre que la promueve. ¡Qué cosas!

Esa serie que no fue de escándalos, de denuncias bullangueras ni de “declaracioncitis” oficiales—como está hecho la mayor parte del periodismo hondureño—despertó y generó gratas respuestas. Un presidente por primera vez visita uno de esos territorios recuperados y fue Porfirio Lobo Sosa.

Luego, en su Consejo de Ministros, Lobo Sosa compartió su experiencia en Nahuaterique y se escuchó un informe pormenorizado de la Cancillería hondureña, donde su titular, Arturo Corrales, reconoció con hidalguía que en 20 años, el ejercicio soberano ha sido a medias.

Corrales dijo que durante todo este tiempo los gobiernos se han olvidado de estas zonas y “no hemos sido lo suficientemente aplicados en llevar a feliz término el cumplimiento de la sentencia; El Salvador ha hecho mayor presencia”.

Tanto así, dijo Corrales, que la propuesta y los planes del nuevo municipio en que quiere convertirse Nahuaterique, se elaboró en el salvadoreño departamento de Morazán, por lo que pidió ser cautelosos al respecto. Pero cierto es que las zonas recuperadas tienen derecho a pertener a una aldea,caserío o municipio hondureño, y no estar en el limbo como ocurre con la mayoría de estas tierras.

Pero el canciller también planteó el problema de la tenencia del agua, donde Honduras debe ejercer soberanía. Para el caso, en el ex bolsón de Cayaguanca y de Tepangüisir, sus afluentes de agua son explotados por los salvadoreños y ya del lado hondureño existen ciertos problemas de sequía, reveló la serie periodística de Telenoticias 5 estelar.

Ese Consejo de Ministros, desapercibido en su mayoría para los periodistas, trató como hace mucho tiempo no se hacía un problema de institucionalidad y ejercicio de soberanía en los territorios olvidados. Los ex bolsones fueron agenda oficial de debate ante la silenciosa pero eficaz penetración salvadoreña—sin guerras ni protagonismo—en esas zonas.

Muchas decisiones se tomaron para revertir esas dos décadas de abandono, cuántas se harán realidad, dependerá del tiempo y la voluntad política real de tomar el toro por los cuernos. También, del seguimiento que haga la prensa.

Arturo Corrales dijo algo certero: este no es el tiempo del “vamos a hacer”, es el tiempo “de hacer ya”, citando que por ahora, el único ejercicio soberano ha sido el desembolso del Bono 10 mil, ¡20 años después!

El presidente Lobo Sosa dijo que por medios de comunicación se había enterado con mayor detalle de esta realidad. Si el trabajo de Telenoticias 5 estelar coadyuvó a esta toma de decisiones de País, creo que se cumple una de las labores del Periodismo de incidir para transformar, de visibilizar y dar voz a los que no tienen para ser escuchados.

Así el mérito no es para Telenoticias 5 estelar, que al fin y al cabo es un canal de expresión. El mérito es para esos habitantes de los ex bolsones que con sus historias rompieron el anonimato y dieron al Periodismo la oportunidad de demostrar que en Honduras es posible ejercer un periodismo que profundiza en la denuncia, pero también en la esperanza.

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