lunes, 22 de agosto de 2011

Tolerancia a la diversidad

¿Vieron lo que hizo la Universidad? ¡U y, Dios mío, Santísimo, se acerca el fin del mundo! Caramba, ¿ahora es que todos vamos a ser del otro bando?, y así por el estilo son algunas de las expresiones de asombro e hipocresía pública que se suscitan en las últimas dos semanas en las plazas públicas del país y la salas de redacción de la prensa hondureña, ante la valla colocada en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) sobre la tolerancia a la diversidad.
El cartel que de acuerdo a las autoridades universitarias fue colocado para medir los niveles de tolerancia en el campus universitario hacia la diversidad sexual,  ha causado un revuelo al grado tal que el morbo ha desplazado el debate constructivo  que nos indique hasta dónde Honduras es un país respetuoso de los derechos humanos de las minorías, en este caso, las personas con otras opciones sexuales.
Los medios de comunicación, no se han quedado atrás, en su mayoría mostrando su homofobia al abordaje de estos temas, generando así una estigmatización y discriminación que no abona a la construcción de cultura política, democrática y ciudadana en la sociedad hondureña.
Hasta ahora, el abordaje periodístico en la mayoría de los medios ha sido sensacionalista, otros prefieren obviarlo y los más, intentan consignarlo pero no entran a fomentar un debate que nos diga el por qué tanta intolerancia a la diversidad sexual, sin caer en el cliché de los temas religiosos.
Esa intolerancia que se ve en un amplio sector de la ciudadanía e incluso del mundo académico responsable de formar en la pluralidad, genera la duda de si ese antivalor es igual hacia las personas con un color de piel diferente o hacia los portadores de la enfermedad del VIH/SIDA, por citar algunos ejemplos.
A inaugurar el recién concluido encuentro mundial de la comunidad afrodescendiente, en la ciudad de La Ceiba, el presidente Lobo fue contundente al señalar que no concibe la discriminación y el racismo en el mundo, tras insinuar reformas constitucionales orientadas a plasmar que Honduras es un país multiétnico y pluricultural respetuoso de los derechos de las minorías.
Pero el alboroto causado por el cartel publicitario en la UNAH advierte que esa pretensión de Lobo no será fácil, si persiste esa intolerancia a la diversidad alimentada por los grupos homofóbicos que trabajan en silencio.
Lo irónico del caso, es que muchos de los cuestionadores del cartel colocado en la UNAH, casi siempre son los primeros que aparecen en los flashes y entrevistas que les hacen destacados personajes de la comunidad lésbico-gay en Honduras, en sus eventos anuales de alfombra roja o en sus “destaques de la semana” en las revistas sociales. La mayoría de ellos políticos, funcionarios públicos y periodistas. ¡Vaya hipocresía!
El más reciente estudio de la Universidad estadounidense de Vanderbilt sobre la cultura política de la democracia en Honduras, revela que somos uno de los países con un bajo nivel de tolerancia política, que incluye el respeto a las libertades civiles de las minorías. Los países con más bajos niveles de tolerancia política son El Salvador, Bolivia, Perú y Honduras.
La UNAH como un centro promotor del pensamiento, la investigación científica y el debate constructivo, está dando señales de querer fomentar una discusión de nivel no solo en los temas de la diversidad sexual, también en aspectos torales de la calidad de la educación superior.  Ojalá los tomadores de decisión y quienes apostamos a una opinión pública informada, lo entendamos. De lo contrario, ¡Jesús María, las cruces! , como dicen en mi pueblo, cuando se refieren a los cuentos y leyendas de Honduras.

1 comentario:

  1. Los EDIFICIOS PÚBLICOS deben ser neutrales y deben estar libres de cualquier tipo de propaganda ya que no se pueden alinear con nadie en particular. La población de la universidad es diversa culturalmente, sexualmente, teológicamente, racialmente, etc. y por lo tanto se debe crear condiciones de estética lo más cercano posible a la neutralidad y objetividad sin alusiones personales.

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