Un logro que Honduras, sin mezquindad alguna
debe reconocer al gobierno del presidente Juan Orlando Hernández, es la
extradición del primer hondureño designado por Estados Unidos como un
narcotraficante, en la figura del ciudadano Carlos Arnoldo Lobo, quien será
juzgado en ese país por supuestos delitos de crimen organizado.
La extradición de
Lobo y de otros que están en una lista pendiente, comenzó a cocinarse hace más
de tres años, cuando el entonces presidente, Porfirio Lobo y Juan Orlando
Hernández—en calidad de presidente del Legislativo-- fueron llevados en un
viaje relámpago a Estados Unidos a reunirse con personeros del Departamento de
Estado, quienes al parecer, pusieron las cartas sobre la mesa en materia de
lucha antidrogas en Honduras.