La pregunta descolocó a los expositores y a la
prensa misma, que debatía en ese momento posibles caminos de encuentros de
unidad gremial y solidaridad, ante el asesinato de periodistas, tras escuchar
las historias de colegas de México y España sobre el impacto de la violencia en
la prensa mexicana y la posibilidad de réplica en Honduras y los llamados
países del triángulo norte de Centroamérica.
Conocían de mano de los colegas invitados la historia del
periodista Gregorio Jiménez, asesinado en Veracruz, México, y a quien los
medios para los cuales reportaba le pagaban 1.50 de dólar por cada nota, algo
similar a los escenarios que viven los periodistas del interior de Honduras,
coincidieron los colegas hondureños. “Goyo”, como le conocían, tenía que
escribir cerca de 100 noticias para hacerse un salario de unos 300 a 400
dólares, relataron.